¿Eres un amante del jamón serrano? Entonces seguramente te has preguntado qué es lo que hace que algunos sean naturales y otros contengan conservantes. Lo cierto es que dependiendo de las características de conservación del jamón serrano su sabor puede no ser el mismo. Sigue leyendo si quieres saber qué distingue a un jamón serrano natural de uno con conservantes.
En este artículo de Jamón Puro Bellota, desvelaremos las diferencias clave entre estas dos variedades, para que la próxima vez que disfrutes de un delicioso jamón serrano, sepas exactamente lo que estás saboreando.
La Esencia del Jamón Serrano Natural
El jamón serrano natural se elabora de manera artesanal, poniendo énfasis en la calidad de los ingredientes y en un proceso de curación paciente. Aquí, los cerdos son criados cuidadosamente, alimentados de manera adecuada y atendidos para garantizar su bienestar. La magia ocurre cuando la sal y el aire hacen su trabajo, lentamente, dándole tiempo al jamón para desarrollar su sabor único y auténtico. Cada bocado es una experiencia que refleja la dedicación y el tiempo invertidos.
Un ejemplo perfecto de este tipo de jamón es el Jamón serrano Gran Reserva Juviles Etiqueta Negra IGP Trevélez. Elaborado en Juviles artesanalmente y al natural con más de 23 meses de curación este jamón serrano tiene un exquisito sabor al que no podrás resistirte.
El Papel de los Conservantes
Ahora, hablemos del jamón serrano con conservantes. Este tipo de jamón suele pasar por un proceso de curación más acelerado. Los conservantes y aditivos se unen a la fiesta para agilizar el proceso, reduciendo el tiempo necesario para madurar el jamón. Aunque esto puede ser conveniente para la producción en masa, a veces viene con un pequeño precio: el sabor puede ser menos complejo y auténtico en comparación con su contraparte natural.
Diferencias en el Sabor y la Textura
La diferencia más notable entre estos dos tipos de jamón se aprecia en el sabor y la textura. El jamón serrano natural ofrece un sabor profundo y rico, con una textura que se deshace suavemente en tu boca. Cada mordisco es un estallido de matices que evolucionan durante el proceso de curación. En contraste, los jamones con conservantes pueden tener un sabor más homogéneo y una textura menos distintiva.
Otro ejemplo de jamón serrano secado al natural cuyo sabor y textura son una fiesta de matices en tu boca, es el Jamón Gran Reserva Benito Tesoro. Con una curación de más de 18 meses, nos encontramos con un jamón de la máxima calidad en su categoría. Jamones con una gran regularidad en curación y sabor, garantizados y con una relación calidad/precio excepcional.
¿Cuál elijo un jamón serrano natural o uno con conservantes?
Ahora que ya conoces qué distingue a un jamón serrano natural de uno con conservantes, te preguntarás cuál de los dos elegir. Elegir entre un jamón serrano natural y uno con conservantes es una cuestión de preferencias personales y prioridades. Si valoras la autenticidad y estás dispuesto a saborear un producto que ha sido cuidadosamente curado, el jamón serrano natural es tu elección ideal. Por otro lado, si la practicidad y la rapidez son más importantes para ti, los jamones con conservantes podrían ser tu elección.
En resumen, la distinción entre un jamón serrano natural y uno con conservantes radica en el proceso de curación y, en última instancia, en el sabor. La próxima vez que degustes un trozo de jamón serrano, sabrás que estás explorando un mundo de sabores auténticos o una solución más rápida y práctica. Eso si, desde Jamón Puro Bellota apostamos por la autenticidad y el autentico sabor del jamón, por eso en nuestra web, solamente encontrarás jamones de calidad que te lleven a explorar todo un mundo de auténtico sabores.