Cómo conservar el vino para que se mantenga perfecto una vez abierto

Hay ocasiones en las que una botella de vino no dura en la mesa mucho tiempo. Y otras, en las que simplemente nos apetece una copa. ¿Y qué hacemos con el vino que nos sobra?

En el anterior blog, os dábamos algunos consejos sobre cómo guardar las botellas de vino en casa. Hoy desde el blog de Jamón Puro Bellota te contamos algunos truquitos para que tu botella de vino dure más tiempo una vez abierta.

¿Qué hacer una vez hemos abierto nuestro vino?

Cuando abrimos nuestra botella de vino, el tiempo empieza a correr en nuestra contra. Y es que, en el momento en el que el oxígeno entra en contacto con el vino, este empieza a perder sus sabores y aromas.

Lo normal es que un vino abierto dure entre 3 y 5 días, pero esto dependerá también del tipo de vino. Por ejemplo, el vino tinto dura mucho más tiempo abierto que los vinos blancos o rosados. Y en lo que respecta a los espumosos, lo mejor será consumirlos el mismo día que son abiertos. Dicen los expertos que el truco de poner una cuchara en la punta de la botella no hará que se conserven las burbujas y por ello, es mejor consumirlo antes que guardarlo.

Otra cosa que deberás tener en cuenta para saber la durabilidad del vino será su olor y composición. Si se trata de un vino afrutado, perderá su frescura mucho más rápido que un amaderado.

Aun así, te contamos algunos trucos para que puedas conservar tu vino en perfecto estado durante más tiempo.

Vuelve a poner el corcho

Lo primero que tienes que hacer es cerrar la botella lo antes posible. Lo segundo, lo hacemos casi de forma automática, y es que volver a colocar el tapón de corcho en la botella de vino evitará que se oxide. De lo contrario, el aire y el oxígeno harán que el vino se avinagre, por eso es importante evitar la entrada de aire lo antes posibles.

Un pequeño consejo para hacer que el tapón de corcho sea más hermético es colocarle un poco de papel encerado. De esta forma aumentarás la presión del tapón y evitarás la entrada de oxígeno.

Por otra parte, si no has conservado su propio corcho o se te ha roto al abrirlo, puedes sustituirlo por algún tapón de cierre hermético especial para botellas de vino.

Quita el aire de la botella

A veces resulta inevitable que entre algo de aire en tu botella de vino. Por suerte, existen aparatos que son capaces de extraer el aire de la botella de vino, las bombas de vacío para vinos. Si no cuentas con una bomba de extracción de aire no te preocupes, te damos algunos consejos más para cuidar la conservación de tu vino.

Guarda la botella de vino en la nevera

Lo mejor que puedes hacer una vez tengas abierta tu botella de vino es conservarla en tu nevera. El frío ayuda a que cualquier reacción química se demore más tiempo, en este caso será tu gran aliado para evitar que el vino se oxide. La temperatura idónea será entre los 12 y 16 grados.

En cuanto a la posición, lo ideal que coloques la botella de vino en posición vertical, de esta forma el contacto con el aire será menor. Además, podrás hacer que tu vino dure hasta una semana o incluso un par de días más. Además, hay vinos a los cuales el frío de la nevera les sienta fenomenal como el vino blanco ecológico Formiga de Seda.

Evita la luz

Además de la temperatura, hay que tener en cuenta la exposición del vino a la luz, tanto solar como artificial. Si estás disfrutando de tu botella de vino en una terracita donde le dé el sol, debes saber que la luz puede alterar el sabor del vino. Por otra parte, en cuanto a las luces artificiales, por regla general aumentan la temperatura de la sala y si tienes tu botella de vino cerca de un foco de luz artificial, podrá verse afectado y perder sus matices y sabores.

Todas estas recomendaciones pueden ayudarte para disfrutar del sabor de tu botella de vino como si estuviese recién abierta. Ahora es el turno de disfrutar un buen vino sin preocupaciones de lo que pueda sobrar. En nuestra tienda Jamón Puro Bellota, encontrarás los mejores vinos de Denominación de Origen con los que puedes acompañar un maridaje de jamón ibérico de bellota. ¡Delicioso!

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