¿Las embarazadas pueden comer jamón ibérico?

Seguro que has escuchado a más de una embarazada decir que tiene antojo de jamón ibérico. Es normal, ¿a quién no le apetece una tabla de lonchas finitas de jamón? Pero, ¿se puede comer jamón en embarazo? Durante muchos años, este manjar español estaba en la lista negra de alimentos que las embarazadas no podían comer por ser un alimento crudo que las ponía en riesgo de enfermedades. De hecho, la mayoría de mujeres celebraban el final del embarazo con un bocata de jamón en el post-parto. ¡Y cómo para no hacerlo!

Hoy en el blog de Jamón Puro Bellota os traemos buenas noticias sobre la incorporación del jamón ibérico en las dietas del embarazo y os explicamos por qué no es un alimento peligroso para ellas. ¡No te lo pierdas!

Amigas, hermanas, tías, compañeras de trabajo que estén en el proceso de gestación… ¡Corre y avísalas porque están de suerte! Tras la publicación del estudio del Centro de Investigación Agroalimentaria (CICAP), se ha determinado que comer jamón durante el embarazo es seguro. Aunque hay que tener en cuenta que solo siempre que este tenga más de 18 meses de curación. ¡Y resulta que el jamón ibérico tiene más de 24 meses!

Anteriormente al estudio, se tenía vetado el jamón en embarazo debido a la posibilidad de padecer toxoplasmosis congénita a través del parásito Toxoplasma Gondii, que se encuentra principalmente en alimentos crudos como el pescado o carne cruda, y que podía acarrear graves daños en el feto.

¿Entonces sí pueden comer jamón?

La mayoría de investigadores y ginecólogos han incorporado este alimento a la lista de la compra de las embarazadas, porque no implica ningún riesgo para la salud tanto de la madre como del bebé. ¿Por qué? Porque se ha confirmado que el parásito no se encuentra en los jamones ibéricos que pasan los controles de sanidad pertinentes.

Así lo explicaba el estudio realizado por la Universidad de Granada y Valencia en 2016 en el cual afirmaban que el método tradicional de salado para la producción del jamón asegura la eliminación total del parásito Toxoplasma Gondii. Así que, ¡el jamón ibérico es la excepción!

Además de satisfacer a las embarazadas pudiendo consumir uno de sus antojos favoritos, este alimento es una excelente opción para la salud cardiovascular gracias a sus ácidos insaturados y a que aporta una gran cantidad de vitaminas del grupo B que favorecen el desarrollo del niño: vitamina B1, B2, B6 y B12. También, ¡vitamina E!

Sin embargo, algunos profesionales sanitarios recomiendan que, por precaución, las futuras mamás congelen el jamón ibérico antes de comerlo. Lo ideal sería hacerlo durante dos días a 20º bajo cero. De esa forma, cualquier sospecha de restos del parásito en los quistes que resisten en el jamón ibérico, desaparecería.

Así que, es posible comer jamón ibérico en el embarazo. El jamón ibérico puede formar parte de la dieta de una embarazada siempre que su consumo sea consciente y responsable. Cuanto mayor sea la curación del jamón, menor será la posibilidad de contraer toxoplasmosis.

Ahora bien, ¿por qué las embarazadas no pueden comer jamón serrano? Simple. El jamón serrano se somete a un proceso de curación menos intenso que el jamón ibérico. Este jamón no pasa por un período de salazón ni secado de tanta duración como el jamón ibérico, lo que puede suponer un riesgo para el desarrollo de toxoplasmosis. Es por esto que durante el embarazo es mejor evitar el consumo de jamón serrano, puede suponer un riesgo tanto para la salud del bebé como de la mamá.

Sin duda, lo que sí recomiendan todos los ginecólogos es que, si vas a comer jamón ibérico durante el embarazo, ya sea congelado o no, que sea bueno y de un lugar de confianza. Por eso, Jamón Puro Bellota es la mejor opción para todas aquellas embarazadas que no puedan resistirse a esta delicia.

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