Chorizo Arturo Sánchez Guijuelo ibérico de bellota gran reserva

El Chorizo Ibérico de Bellota Gran Reserva Arturo Sánchez Guijuelo es un verdadero deleite gastronómico que encapsula la esencia de la tradición charcutera española. Con un peso que oscila entre los 400 y 500 gramos, esta exquisita pieza destaca no solo por su atractivo visual sino también por su incomparable sabor.

En su elaboración se seleccionan meticulosamente cortes de cerdo ibérico de primera calidad, como la pluma, el secreto y la presa, los cuales son la base de su inigualable textura. Estos cortes se aderezan con un adobo único, fruto de la experiencia y el saber hacer transmitido a través de generaciones en la familia Arturo Sánchez. El pimentón, elemento clave en su receta, aporta un toque distintivo que, sin dominar el conjunto, enriquece el perfil de sabor con una sutil complejidad.

La curación de este chorizo se realiza naturalmente durante más de seis meses, en un proceso cuidadoso que involucra el secado al calor de la leña de encina. Este método no solo preserva las propiedades de la carne, sino que también intensifica sus aromas y sabores, creando un equilibrio perfecto entre el ahumado sutil y las notas aromáticas del adobo y la carne.

La textura del chorizo es firme y compacta, sensible a la presión pero sumamente agradable al masticar, gracias a la perfecta integración del magro con finas vetas de grasa que se funden suavemente en la boca. El sabor es limpio y nítido, característico del ibérico, con un gusto prolongado que invita a degustar cada bocado.

Ibéricos Arturo Sánchez

Con casi un siglo de tradición, Arturo Sánchez ha mantenido tres generaciones dedicadas a la producción de productos de cerdo ibérico. Durante este tiempo, la empresa ha perfeccionado la selección de sus cerdos y ha optimizado sus métodos de elaboración y maduración, consolidándose como un referente en la gastronomía actual.

En su moderna planta en Guijuelo, la innovación tecnológica se combina armoniosamente con las tradiciones heredadas, permitiendo una elaboración artesanal con estrictos controles de calidad. El legado artesanal, transmitido de generación en generación, es valorado y continuamente perfeccionado. Esto incluye el uso de especias y elementos naturales, el atado manual, y el secado de embutidos y lomos con el calor de leña de encina, todo realizado con un esmerado cuidado para maximizar la calidad de los ingredientes.

Cada año, una parte significativa de los cerdos procesados por Arturo Sánchez son de la variedad Ibérico Puro, criados en libertad durante casi dos años y alimentados exclusivamente con bellotas y hierbas de las dehesas, representando lo más selecto de la raza ibérica.

En este contexto, todos sus productos se curan en secaderos y bodegas naturales de Guijuelo, aprovechando los frescos aires de las sierras de Gredos y Béjar. Este proceso de curación es supervisado manualmente mediante la apertura y cierre de ventanas, permitiendo una ventilación gradual y una maduración pausada, lo que intensifica los sabores y aromas distintivos de sus productos.